La pequeƱa Lisa era una niƱa curiosa. Siempre tenĆa muchas preguntas sobre el mundo que la rodeaba. Un dĆa, le preguntĆ³ a un pajarito dĆ³nde encontraban los pĆ”jaros comida. El pĆ”jaro cantĆ³ alegremente y le dijo que siempre habĆa una refinada mesa esperĆ”ndolos, gracias a las plantas y semillas que crecĆan en el suelo.
Pero Lisa no estaba satisfecha. Le preguntĆ³ al pĆ”jaro dĆ³nde dormĆan por la noche. El pĆ”jaro le dijo que tenĆa sus propios nidos acogedores en los arbustos y Ć”rboles, ocultos por las hojas.
Lisa tenĆa una pregunta mĆ”s. QuerĆa saber dĆ³nde iban a beber los pĆ”jaros. El pĆ”jaro le dijo que bebĆan de los arroyos, el rocĆo de las hojas, las gotas de lluvia de las flores y las aguas de manantiales y fuentes.
Finalmente, Lisa se preocupĆ³ por los pĆ”jaros en el invierno, cuando todo estaba frĆo y congelado. El pĆ”jaro le dijo que no se preocupara, ya que volaban hacia tierras cĆ”lidas y soleadas durante los meses de invierno. Y para los pĆ”jaros que se quedaban aquĆ, alguien tan amable como Lisa seguramente dejarĆa migas para que comieran.
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