Feliz Noche de Brujas

Érase una vez, en una pequeña ciudad rebosante de entusiasmo festivo, tres jóvenes amigos que se reunían para celebrar la alegría y la emoción de la Noche de Brujas. A menudo los acompañaba su gato negro, Sombra, que añadía un toque espeluznante a la diversión. A medida que se acercaba esta encantadora noche, se preparaban para disfrutar de delicias, tanto en el interior como al aire libre.

—La Noche de Brujas es la mejor época para divertirse —decían todos al unísono, con los ojos brillantes de emoción. A la primera niña, la pequeña Molly, le encantaban las actividades de interior.

—Escuchen —decía, inclinándose hacia la chimenea—, el calor del fuego. ¿Oyes cómo crepita? ¿Hueles las castañas crujiendo y asándose? ¿Los grandes malvaviscos ardiendo y tostándose? 

Le encantaba fingir que era un fantasma, envuelta en su sábana blanca mientras andaba en puntillas, escondiéndose juguetonamente en rincones oscuros y escaleras.

—La Noche de Brujas es tiempo de diversión —cantaban juntos, con sus voces resonando en el aire nocturno.

Tommy, el segundo, prefería el aire libre. Le cautivaba el resplandor de las calabazas que parpadeaban en la oscuridad y el guiño de las estrellas, que parecían unirse a su celebración de la Noche de Brujas. 

—¡Mira, ahí va una bruja! —gritaba de repente señalando las sombras—. Oh, espera, es sólo Sombra, nuestro gato negro, que se escabulle.

Y como si nada, Sombra respondía con un melodioso “miau, miau”.

—La Noche de Brujas es tiempo de diversión —repetían, riéndose y acurrucándose.

El más joven de los tres, Sammy, amaba por igual el interior y el exterior. 

—Siempre pasa algo en todas partes —decía—. La maldad se está gestando en todos lados, las brujas espantan con sus escobas, y los fantasmas y los duendes hacen “Buuu”.

Y todos andaban a hurtadillas, simulando asustarse unos a otros con sus voces más espeluznantes: 

—¡Te atraparán si no tienes cuidado!

Cada Noche de Brujas, su ciudad se convertía en un patio de recreo para estos imaginativos niños y su juguetón gato negro, Sombra. Un lugar donde el interior y el exterior eran igual de emocionantes, y donde cada rincón encerraba una aventura en potencia. Y todos estaban de acuerdo:

—La Noche de Brujas es, sin dudas, tiempo de diversión.


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