El monstruo del sueño febril

Resumen

Este relato corto narra la experiencia de una pesadilla vívida sufrida por un niño llamado Kai durante una noche tormentosa. Kai se encuentra en un aterrador encuentro con un monstruo mientras duerme, solo para descubrir que la criatura lo persigue incansablemente por la casa. A lo largo del relato, Kai utiliza su ingenio para intentar escapar del monstruo, pero finalmente se queda sin opciones y se prepara para lo peor. Al final, se revela que todo ha sido un mal sueño provocado por la fiebre, ya que Kai está enfermo de gripe. La historia subraya cómo las fuertes emociones y las enfermadades pueden alimentar la imaginación, pero también tranquiliza al lector con el hecho de que los miedos pueden desvanecerse con el tiempo y el cuidado.

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Una noche oscura y tormentosa, mientras tronaban los truenos y relampagueaban los relámpagos, un niño llamado Kai tuvo un terrible y aterrador encuentro con un monstruo. Estaba profundamente dormido en su cama cuando, de repente, se despertó y vio que la criatura se alzaba sobre él.

El corazón de Kai se aceleró mientras intentaba alejarse del monstruo. Saltó de la cama y corrió hacia la puerta, pero el monstruo le seguía, con sus tentáculos retorciéndose y agitándose mientras se movía. Kai sintió que se movía muy despacio, miró hacia abajo y vio con horror que el suelo se había convertido de repente en un sirope pegajoso. Apenas podía levantar los pies y el monstruo se acercaba cada vez más… Pero Kai tuvo suerte y llego primero a la puerta, la cerro rapidamente tras de si. Pero el monstruo abrió la puerta y empezó a perseguir a Kai de nuevo.

Kai estaba aterrorizado. Corrió por el pasillo, con el monstruo pisándole los talones. Se dio la vuelta y bajó las escaleras, pero el monstruo seguía allí, con sus ojos brillantes fijos en él.

La mente de Kai iba a toda velocidad. Tenía que pensar en una forma de escapar. Corrió a la cocina, cogió una sartén y la lanzó contra el monstruo con todas sus fuerzas. Pero el monstruo se rió y siguió acercándose.

Kai se quedó sin opciones. Cerró los ojos y se preparó para lo peor. Pero cuando los abrió, vio que el monstruo había desaparecido.

Kai jadeó aliviado. No era más que un mal sueño. Llevaba unos días enfermo de gripe y la fiebre le había provocado una pesadilla aterradora. Fue tan vívida y desagradable que pensó que era real.

Durante los días siguientes, Kai se recuperó poco a poco de la gripe. Y aunque nunca olvidó lo del monstruo, se alegró de saber que sólo había sido un sueño. Fin.